Vamos a cerrar el enigma abierto con los anuncios anteriores, “Más grande será la caída” y “El signo de los doce”. Antes que nada aclarar completamente, para evitar confusiones, que “El signo de los doce” es una historia de ficción donde Elitias no es más que un producto de mi imaginación, y “Más grande será la caída” es ya un comentario al problema lógico que encerraba la historia de los doce. Por supuesto que la “caída” del título del segundo se refiere a la consultora ficticia Elitias y no a posibles elucubraciones respecto al caso del banco que aparece en la pista.
En “Más grande será la caída” desvelamos que, a través de un proceso lógico iterativo, cada uno de los 12 socios de Elitias constataba en la duodécima reunión semanal que tenía algún error en alguno de sus diagnósticos y, por tanto, dimitía. Una mente racional y lógica, junto con honradez intelectual, lleva a estas cosas. Eso explica la dimisión en bloque de los 12 socios consultores. Pero la respuesta al enigma plateaba otro y concluíamos: si cada uno de los 12 socios consultores de Elitias ya sabía lo que afirmó Vicente, ¿cómo es posible que su afirmación cambiara de forma tan trágica las cosas? Y “headache” comentaba que lo que hace Vicente es dar pie a poner en marcha el proceso lógico-inductivo que lleva al desenlace conocido, “permite poner el marcador a cero”, según sus palabras. Y aquí es cuando el enigma deja de ser un divertimento lógico a algo por lo que alguien, entre otros méritos, ha llegado a recibir el premio Nobel de economía. Me refiero a Robert Aumann y al concepto de “conocimiento compartido”. En la terminología de Aumann, lo que hace Vicente es convertir una pequeña dosis de información, un “conocimiento común” a los 12 socios, en “conocimiento compartido”. Es decir, los doce no sólo están al corriente de ello, sino que saben que los demás lo conocen, saben que los demás saben que lo conocen, y así sucesivamente. Este concepto se utiliza en el estudio de la complejidad de los mercados de valores, entre otros campos, y podría explicar algunos de los cambios bruscos que se producen, tales como las ventas masivas de acciones o las colas interminables para retirar fondos del banco de la pista, tras anunciarse la concesión de un préstamo de emergencia por parte del Banco de Inglaterra. Generalmente la figura que cataliza la transformación de “conocimiento común” en “conocimiento compartido” es la de un árbitro imparcial, Vicente en la historia de los doce o el acto del Banco de Inglaterra en el ejemplo de la pista. Así que cuidado con el “conocimiento compartido”, si mañana se levanta y descubre que su flamante adosado vale la mitad de lo que pagó cuando lo compró en plena euforia alcista, acuérdese de los 12 socios de Elitias Consulting. Vicente puede estar acechando tras la siguiente esquina… Y no avisa, te enteras por la prensa.
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