En entradas anteriores de este blog he manifestado mi convicción de que la Dirección de Proyectos es ante todo una profesión, dotada de un cuerpo de conocimiento y un conjunto de buenas prácticas que le confieren una entidad propia bien diferenciada. Y como toda profesión que se precie, los individuos que la practican experimentan un desarrollo profesional y personal mediante su uso diario, siendo la formación y la capacitación unos catalizadores clave de este proceso.
Desde hace cinco años en nuestro país, y desde 1981, año en que se fundó en EEUU, ESI International está jugando un papel muy importante en el desarrollo de nuestros jefes de proyecto a través de su Programa de Desarrollo Profesional en Dirección de Proyectos, un programa que cubre de forma extensa todos los conocimientos y competencias necesarios para el desempeño de la profesión. Sus contenidos están basados en los estándares del PMI –ampliamente reconocidos, junto con su sistema de certificaciones, como de facto a nivel internacional- y avalados por el mismo PMI y la Universidad George Washington.
Las temáticas de los cursos abarcan tanto la dimensión de gestión como la interpersonal. En la dimensión de gestión nos encontramos, a su vez, con cursos que tratan el proyecto como una entidad hasta la visión multiproyecto con la gestión de programas y portfolios, y la implantación de oficinas de proyecto. En la dimensión interpersonal se abordan temas de comunicación, pensamiento crítico, liderazgo y negociación, siempre dentro del contexto de la Dirección de Proyectos. Existen tres modalidades en las que tomar parte en uno de los cursos. Dos de ellas son presenciales, bien en las sesiones programadas en Madrid y Barcelona a lo largo del año, o bien contratando una solución In Company en el seno de una organización –que puede formar parte de un programa de desarrollo de la propia organización y que ofrece la ventaja de personalizar los cursos a su propia realidad-. La tercera modalidad es online a través de su solución e-Training.
Una gran variedad entre la que elegir aquellos aspectos en los que se desea profundizar o mejorar, de qué forma y a qué ritmo.
Diego,
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo con tu comentario. La Dirección de Proyectos, aunque ahora comienza a levantar cabeza en nuestro país, no se ha reconocido como una práctica profesional "de-facto" y eso ha hecho que los empresarios no lo vean como un aspecto que proporciona valor añadido a la cadena de valor de la propia empresa.
He estado dirigiendo proyectos de consultoría mucho tiempo y desde que comencé en el PMI he intentado, con el soporte de una metodología internacionalmente reconocida, "evangelizar" en los entornos donde la Gestión de Proyectos era algo "oscuro" por falta de conocimiento.
Enhorabuena por tu blog.
Gracias Juan Antonio por tu comentario.
ResponderEliminarHay que estar ahí al pie del cañón. La innovación no es sinónimo exclusivo de tecnología. Además de innovación tecnológica, existe la innovación administrativa -en realidad me gustaría poner una adjetivación de gestión en vez de administrativa, pero creo que no disponemos de tal adjetivo, en inglés escribiría managerial innovation ;-)-, entre otros tipos de innovación. Y la Dirección de Proyectos es, sin ningún tipo de duda, pura innovación administrativa y organizativa.