01 septiembre 2005

Todo es cuestión de incertidumbre

En el anuncio del pasado 2 de agosto, titulado "¿por qué fracasan los proyectos?" se postulaba la existencia de una causa común a dicho fracaso. Identificarla, decíamos, era clave para reducir el fracaso.

Un elemento común a la serie de preguntas planteadas acerca de los elementos sintomáticos de fracaso es la incertidumbre. Pero si la incertidumbre fuera la causa, todos los proyectos deberían fracasar ya que, en el fondo, la incertidumbre es una caraterística inherente a todo proyecto. Y, desde luego, aunque no sean muchos, existen proyectos que finalizan con éxito a pesar de la incertidumbre.

La verdadera causa no es, pues, la incertidumbre en sí misma sino la forma en que nos enfrentamos a ella. Como iremos mostrando en este blog, los métodos tradicionales tratan de eliminar la incertidumbre allí donde se encuentre. Este empeño no es menos estéril que el de Sísifo, subiendo la pesada roca a la cima de la montaña para después volver a caer rodando por su ladera.

El método de la Cadena Crítica, basado en la Teoría de las Limitaciones, propone los cambios que se deben hacer en la gestión de proyectos para gestionar de forma correcta la incertidumbre. Cambios como los siguientes:

  • Dejar de presionar a la gente a que se comprometa a finalizar las tareas individuales a tiempo, y sí a finalizar el proyecto a tiempo.
  • No provocar que la gente realice varias tareas al mismo tiempo (multitarea).
  • En organizaciones con múltiples proyectos, establecer prioridades para los proyectos e introducir los nuevos proyectos según el sistema e prioridades.
  • Utilizar el método de la Cadena Crítica para programar las actividades del proyecto.

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