tag:blogger.com,1999:blog-14590326.post2231310754585762059..comments2023-10-14T18:05:41.655+02:00Comments on Dirección de Proyectos: La seudo-ciencia dañando los mercadosUnknownnoreply@blogger.comBlogger8125tag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-16285819515774870352008-10-03T13:48:00.000+02:002008-10-03T13:48:00.000+02:00Improbable, la verdad es que es un tema espinoso (...Improbable, la verdad es que es un tema espinoso (aunque no lo debería, quizás no sea más que uno de los innumerables indicios del declive de la ciencia en Occidente). Si lo piensas fríamente, no es más que un despropósito porque, en el fondo, si fallan las premisas, cualquier cosa que hagas a partir de ahí es un sinsentido por muy lógico y razonado que sea el proceso, y continuar a sabiendas es fallar al rigor científico. Pero está tan enraizado que ya parece hasta normal. Hay profesores y catedráticos en universidades que se supone de prestigio, titulaciones y posgrados universitarios, etc. Algunos con caras como adoquines y otros con tratamientos cosméticos. Y si comienzas a tirar de la manta...<BR/><BR/>César: bueno, los hechos están ahí (por mucho que les pese a los posmodernos). Sí, la verdad es que se ha avanzado en el tratamiento de los mercados como un sistema complejo no lineal y se trabaja (en econofísica) en modelos que se supone deberían ser más aproximados o realistas. Pero, ¿hasta qué punto no es prologar la agonía en pos de una quimera? Pues esos modelos, por más avanzados que sean, no dejan de ser postdictivos, o narrativos como dice Taleb. Y eso entraña el peligro de convertirnos a todos en el pavo que la víspera de un día de Navidad, después de un largo historial que confirma que cada día es alimentado por sus bondadosos dueños, es sacrificado de forma repentina y, según su modelo económico, contra todo pronóstico.Diego Navarrohttps://www.blogger.com/profile/01436970302167841381noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-25151705992965253112008-10-03T11:29:00.000+02:002008-10-03T11:29:00.000+02:00Manuel, gracias por darme a conocer a McCloskey. A...Manuel, gracias por darme a conocer a McCloskey. Aunque no es el único. A continuación cito un extracto del discurso de Friedrich A. Hayek en la ceremonia de entrega de su "premio Nobel en Economía" de 1974, titulado "la pretensión de conocimiento". Otro ejemplo de cómo no parece haber pasado el tiempo desde entonces:<BR/><BR/>""La ocasión que me brinda este momento tan particular, combinada con el gran problema práctico al que se enfrentan los economistas hoy en día, han hecho que la elección del tema de mi discurso sea casi inevitable. Por un lado, la aún reciente instauración del Premio Nobel en Economía marca un paso significativo en el proceso por el que, en opinión del gran público, se le ha concedido a la Economía parte de la dignidad y prestigio que posee la Física. Por otro lado, los economistas están en este momento llamados a decir cómo librar al mundo libre de la seria amenaza de una inflación acelerada que, debe ser admitido, ha sido provocada por políticas que la mayoría de economistas recomendaron e incluso instaron a los gobiernos a seguir. En este momento tenemos, de hecho, pocos motivos para el orgullo: como profesión lo hemos echado todo a perder.<BR/><BR/>Me parece que este fracaso de los economistas para trazar políticas más exitosas está íntimamente unido a su propensión a imitar tan de cerca como sea posible los procedimientos de las brillantes y exitosas Ciencias Físicas –un intento que en nuestro campo podría conducir a un completo error. Podríamos definir este enfoque como la actitud cientifista –una actitud que, como adelanté hace 30 años, “es decididamente acientífica en el sentido más puro de la palabra, dado que implica una aplicación mecánica y nada crítica de unos hábitos de pensamiento a otros campos distintos de aquellos en los que se formaron”. Hoy quiero comenzar explicando cómo algunos de los errores más graves de las políticas económicas recientes son una consecuencia directa de este error cientifista.<BR/><BR/>La teoría que ha estado guiando las políticas monetarias y financieras durante los últimos 30 años, y de la que afirmo que es en gran parte el producto de una concepción equivocada del propio método científico (...)<BR/><BR/>Esto me lleva a la cuestión fundamental. Al revés de lo que ocurre en la Física, en la Economía y otras disciplinas que se ocupan de fenómenos esencialmente complejos, los aspectos de los hechos que deben explicarse, y sobre los que podemos obtener datos cuantitativos, son necesariamente limitados y podrían no estar incluidos los más importantes. Mientras en las Ciencias Físicas se supone generalmente, quizás con razón, que todo factor importante que determine los hechos observados podrá ser observable y medible directamente, en el estudio de fenómenos tan complejos como el mercado, que depende de las acciones de muchos individuos, es muy improbable que puedan conocerse o medirse por completo todas las circunstancias que determinarán el resultado de un proceso, por razones que explicaré más tarde. Y, mientras que en las Ciencias Físicas el investigador es capaz de medir lo que considera importante de acuerdo con una teoría previa, en las ciencias sociales se trata a menudo como importante lo que resulte ser accesible a la medición. Esto se lleva en ocasiones hasta el punto de que se exige que las teorías se formulen en términos tales que se refieran sólo a magnitudes medibles.<BR/><BR/>Difícilmente podría negarse que dicha exigencia limita de forma arbitraria los hechos que podrían admitirse como causas posibles de los hechos que ocurren en el mundo real. Este punto de vista, que a menudo se acepta con cierta ingenuidad como algo requerido por el procedimiento científico, tiene algunas consecuencias bastante paradójicas. Por supuesto que sabemos de muchos hechos referentes al mercado y estructuras sociales similares que no pueden medirse y sobre los que, de hecho, apenas tenemos alguna información muy imprecisa y general. Y, dado que los efectos de estos hechos no se pueden confirmar con pruebas cuantitativas en cualquier caso particular, se descartan simplemente por quienes se han comprometido a admitir sólo lo que consideran como pruebas científicas; luego proceden alegremente con la ficción de que los factores que pueden medir son los únicos importantes.""Diego Navarrohttps://www.blogger.com/profile/01436970302167841381noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-86320476935788157702008-10-02T12:49:00.000+02:002008-10-02T12:49:00.000+02:00Me ha encantado ver como alguien ha sido capaz de ...Me ha encantado ver como alguien ha sido capaz de poner en buena prosa una idea que me ha rondado desde hacia tiempo:<BR/>Los pronósticos de los analistas económicos son como los de Rapell: solo acierta en predecir el pasado.<BR/>No es raro que una teoría científica se ajuste bien a los sucesos conocidos, pero falle en las predicciones. Entonces la teoría es desechado, pues se ha comprobado su invalidez.<BR/>Ya que se ha mencionado a Mandelbrot (padre de los fractales y la teoría del caos)hay que añadir que la física clásica es extraordinariamente precisa cuando trabaja en sistemas lineales, pero las cosas cambian mucho al entrar en sistemas de caos (y la economía lo es).<BR/>Me explico. Un sistema lineal es aquel donde una variación pequeña de las condiciones iniciales desemboca en una variación pequeñas de las condiciones finales. Por ejemplo, si al apuntar un cañón yerro ligeramente el ángulo de tiro, el obús no acertará en el objetivo, pero caerá cerca de el.<BR/>En un sistema de caos, por el contrario, una variación minúscula de las condiciones iniciales puede llevar a cambios catastróficos en las condiciones finales. Siguiendo con nuestro ejemplo, el obús no acierta en el nido de los peligrosos taliban, que eran nuestro objetivo, sino en casa del vecino de al lado. A resultas de ese pequeño error unas personas viven, hacen cosas con pequeñas o grandes implicaciones mundiales, mientras que otras no verán nacer a sus nietos que, miran por donde, iban a inventar la solución para el cambio climático o engendrar al siguiente Bush de la historia.<BR/><BR/>Lo más duro es que los sistemas de caos no son en absoluto aleatorios, y tienen pautas que no son absolutamente impredecibles. Su problema es que la cantidad de valores iniciales que permitirían tratarlo como lineales no es finita...<BR/>Ya hay teóricas de la economía trabajando en modelos fractales que intentan aplicar a la evolución de precios de materias primas y valores de bolsa. Pero el asunto del cálculo fractal es todo un mundo y, como dijo Ende, eso es otra historia.<BR/><BR/>Por cierto, ¿vuestros proyectos se parecen más a los sistemas lineales, o los de caos...?Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/12752624607940416421noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-70033098533293715172008-09-30T19:51:00.000+02:002008-09-30T19:51:00.000+02:00Es cierto. Tal vez no sean comparables con quienes...Es cierto. Tal vez no sean comparables con quienes utilizan la matemática en forma espurea sin tener idea de que se trata. <BR/><BR/>Pero si alguien, particularmente formado en ciencias (me niego a llamarlas 'duras' porque eso implicaría la existencia de ciencias blandas) propone una teoría infalsable o, peor, que se contradice con las observaciones está siendo deshonesto intelectualmente.<BR/><BR/>No lo extendería hacia las ciencias naturales, pero no tengo problemas en pensar que los mercados son intrinsecamente impredecibles. Has leído 'Shadows of the mind' de Penrose?. Él hace unos argumentos apoyando la idea de que nuestros procesos mentales no son computables. Pienso que si Penrose tuviera razón, dado que los mercados son emergencias de nuestros procesos mentales, tampoco serían computables (ni predecibles)Improbablehttps://www.blogger.com/profile/00082872119621859689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-48954541755355621892008-09-29T21:29:00.000+02:002008-09-29T21:29:00.000+02:00Antes de meterme en la obra de un autor, suelo mir...Antes de meterme en la obra de un autor, suelo mirar antes su biografía en Wikipedia. Si miran ustedes el anticipo sobre Deirdre McCloskey, encontrarán la siguiente referencia: <BR/><BR/>"Los progresos de la ciencia económica se han visto seriamente dañados. No se puede creer todo lo que sale. Ni una palabra. Resulta absurdo, pero las futuras generaciones de economistas tendrán que hacer todo de nuevo. La mayor parte de lo que parece en las mejores revistas de economía es basura poco científica. Creo que es indeciblemente triste. Todos mis amigos (...) en economía han perdido su tiempo (...); ellos carecen de valor para la ciencia. <BR/><BR/>El físico Richard Feynman llamó esas actividades 'culto de la carga en Ciencias' .... En 'El culto de la carga' significa que parecía ciencia todo lo que había de duro en matemáticas y estadística, muchas palabras complejas, pero lo real para la ciencia, la investigación real del mundo, no se logra. Me temo que mi ciencia de la economía ha llegado a la misma conclusión." <BR/>(Deirdre McCloskey, The Secret Sins of Economics (2002), 41, 55f)<BR/><BR/>http://en.wikipedia.org/wiki/Deirdre_McCloskeyAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-38584934987473231802008-09-29T20:02:00.000+02:002008-09-29T20:02:00.000+02:00Aprovecho para comentar otra situación que describ...Aprovecho para comentar otra situación que describe Taleb en su artículo: Cada vez que he cuestionado estos métodos se me ha replicado de forma abrupta con que “ellos tienen el Nobel”. Es el síntoma claro de algo huele a podrido en esa disciplina. En una verdadera ciencia, la autoridad no la tiene una persona ni lo que diga, sino la naturaleza a través de sus manifestaciones; como no podría ser de otra manera.<BR/><BR/>En física, por ejemplo, a nadie se le ocurriría decir que los quarks existen por que lo dice Murray Gell-Mann que tiene un premio Nobel de física, y mucho menos utilizarlo como argumento para convencer a otro (esto último sólo produciría las carcajadas del otro o la compasión en el mejor de los casos). En realidad, se produce el efecto contrario, a Gell-Mann le dieron el Nobel precisamente porque la Naturaleza dio su veredicto ineludible al permitirnos ver unas partículas cuya existencia había predicho Gell-Mann que deberían existir para que una teoría en ciernes pudiera dar cuenta de otros hechos ya observados y que había que encajar. Si no se hubieran observado experimentalmente, hubiera sido un signo de que la teoría en ciernes no era correcta y habría que buscar otros caminos, por mucho que Gell-Mann, u otro que ya contara con un Nobel, se empeñara en lo contrario.<BR/><BR/>Lamentablemente, fuera de los campos científicos es muy frecuente encontrase con esos argumentos "ad verecundiam", como por ejemplo en la empresa -quizás es por eso que es donde nos encontramos con mayor número de gurú por metro cuadrado.Diego Navarrohttps://www.blogger.com/profile/01436970302167841381noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-11978105556143557042008-09-29T19:33:00.000+02:002008-09-29T19:33:00.000+02:00Bueno, en defensa de Merton, su libro y los otros ...Bueno, en defensa de Merton, su libro y los otros nobeles que cita Taleb en su artículo, yo no diría que son unos impostores en el sentido de la crítica de Sokal. Desde luego que el tratamiento matemático que utilizan es riguroso y en todo momento saben lo que se hacen -de hecho algunos de estos "economistas" vienen en realidad de campos como el de las matemáticas y la física-. El problema radica más bien en las hipótesis de partida: racionalidad del ser humano, optimización, hipótesis del mercado eficiente y su consiguiente teoría del paseo aleatorio, la utilización de la distribución normal (quizás el más criticado por Taleb y a cuyo uso llama el Gran Fraude Intelectual), etc.<BR/><BR/>Asumidas esas hipótesis, construyen un edificio de una forma rigurosa que nada tiene que envidiar a otras construcciones teóricas de la ciencia propiamente dicha. El problema es que los "experimentos" se empeñan en rechazar sus predicciones, por lo que hemos de pensar que el punto de partida no es correcto. Será una casa muy bonita, pero construida sobre arenas movedizas. De hecho, ya prácticamente todos los investigadores en economía financiera estarían de acuerdo en que esos resultados no son más que aproximaciones y están trabajando en nuevas soluciones que contemplan la complexidad del sistema financiero -de hecho hay una nueva disciplina muy reciente, la econofísica, que se ocupa de ello-. Eso no quita que Taleb, como un empirista escéptico a la Hume que es, opine que el conocimiento es una quimera y los mercados siempre serán impredecibles, ámbito en el que, dada la imposibilidad de efectuar experimentos controlados y repetibles, no tiene cabida la aplicación del método científico y yo estaría de acuerdo en que poco se puede hacer aplicando ecuaciones de la física en esos contextos. <BR/><BR/>Donde comienzo ha discrepar con Taleb (para que todo no sea alabarlo) es cuando se pone Humiano radical e intenta extrapolar, aunque muy tímidamente, su escepticismo al conocimiento científico. Utilizando sus lugares Mediocristán y Extremistán, diría que sí, que los mercados financieros habitan en Extremistán, pero la naturaleza y sus leyes habitan, para fortuna de los científicos, en Mediocristán; la naturaleza se deja abrazar por el conocimiento. Pero creo que si sigo, lo único que voy a comenzar a crear es confusión, por lo que lo dejo y ya haré una incursión por estos lares en alguna entrada -a costa de espantar a algunos de los lectores del blog ;-)<BR/><BR/>Para finalizar donde comenzaba, digamos que aunque los economistas objetivo de la cruzada de Taleb y los filósofos posmodernos basen sus construcciones en arenas movedizas, los economistas suelen utilizar buenos materiales (aunque al final de poco les sirvan) y los posmodernos cuatro palos y un guijarro puestos de mala manera.Diego Navarrohttps://www.blogger.com/profile/01436970302167841381noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14590326.post-21095937146568364232008-09-29T01:29:00.000+02:002008-09-29T01:29:00.000+02:00El libro del profesor Merton “Continuous Time Fina...<B>El libro del profesor Merton “Continuous Time Finance” contiene 339 ocurrencias de la palabra teorema (o equivalente). </B><BR/><BR/>Es lo que podríamos denominar, luego de leer a Sokal, 'el síndrome Julia Kristeva', no en honor a su descubridora sino a una célebre afectada.<BR/><BR/>Me aventuro a proponer una posible cadena:<BR/><BR/>1) La física es terriblemente exitosa describiendo el universo.<BR/>2) La matemática es <I>irrazonablemente efectiva</I> describiendo/estructurando el lenguaje de la física<BR/>3) Ya que la física, hablando en lenguaje matemático es tan precisa, copiando su lenguaje obtendremos el mismo éxito y precisión... o al menos, lo parecerá y con el bono o el premio podremos asegurarnos el retiro.<BR/><BR/>Y, total, que después me vengan a buscar para que devuelva el bono.Improbablehttps://www.blogger.com/profile/00082872119621859689noreply@blogger.com